Plusambiente S.A. dispone de incineradores de alta eficiencia y bajas emisiones de CO2 para tratar los residuos que no pueden ser revalorizados. El proceso de incineración implica etapas de combustión, turbulencia, mezcla y lavado, asegurando la degradación completa de las cadenas químicas presentes en los desechos mediante una combustión altamente eficiente.
Para evitar la formación de sustancias peligrosas como Dioxinas y Furanos, así como la emisión de gases ácidos durante la incineración, el equipo cuenta con sistemas de depuración de gases mediante lavado. Además, se realiza un autocontrol diario de las emisiones gaseosas, verificando continuamente los factores de emisión y preparando adecuadamente las cargas a incinerar.
Previo a la incineración se clasifican los residuos según sus características físico-químicas para lograr un poder calórico óptimo entre 3500 y 4000 Kcal/Kg, lo que asegura la estabilidad de temperatura y facilidad de ignición de los residuos.
Las cenizas generadas durante el proceso son destinadas al confinamiento y encapsulamiento para su estabilización, y en caso de generación de gases o vapores, se dispone de sistemas de venteo.
Los gases de combustión pasan por un sistema de lavado de gases, filtro de carbón activado y filtro de mangas para purificarlos antes de ser liberados a la atmósfera, cumpliendo con los límites establecidos por las normativas ambientales ecuatorianas.
Residuos aptos para el proceso de incineración.
- Residuos sólidos urbanos (RSU): Desechos domésticos y comerciales, tales como papel, cartón, plásticos, textiles, madera, restos de alimentos, etc.
- Residuos médicos y sanitarios: Desechos generados en hospitales, clínicas y laboratorios, incluyendo materiales contaminados con patógenos.
- Residuos industriales: Desechos de procesos industriales, como residuos químicos, solventes, aceites contaminados, plásticos industriales, etc.
- Residuos de construcción y demolición (RCD): Materiales de construcción como madera, concreto, yeso, tejas, ladrillos, etc.
- Residuos agrícolas: Materiales orgánicos y vegetales, restos de cultivos, podas de árboles, etc.
- Residuos de combustión de biomasa: Biomasa residual, como restos de madera, cáscaras de frutas, residuos agrícolas, etc.
- Residuos peligrosos: Desechos con características peligrosas, como residuos químicos, materiales contaminados con metales pesados, PCB, etc.
